viernes, 7 de octubre de 2011

PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DEL PERÚ, TANGIBLE DEL ALMA DE NUESTRO PASADO:

Escrito por:
Jorge Luis Ruiz Barcellos
Arqueólogo Peruano
Investigador del Instituto Científico de Arqueología, Antropología, Turismo y Conservación para el Desarrollo Sustentable-INCADS/partida registral SUNARP 11019997-Asiento A0001

Cuatro mil doscientos cincuenta (4,250) sitios arqueológicos son declarados patrimonio cultural del Perú por el Ministerio de Cultura, con ellos, siete (7) han sido definidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; cuatro veces más hay sitios que no están registrados y muchos hasta han desaparecido o se encuentran en un proceso agonizante. ¿Cuántos de los sitios declarados están integrados al impulso del turismo en el país?, 20 o 30; ¿Cuántos están formando parte de proyectos que motivan y construyen la conciencia nacional y regional con su entorno sociocultural? quizás ninguno.
El año de 1821 con el Protectorado del General San Martín, se asume constitucionalmente por primera vez la defensa y protección de restos y objetos arqueológicos del Estado, desde ese entonces, el Perú es uno de los países de Latinoamérica que más instrumentos constitucionales, leyes, normas y un reglamento posee, ¿Qué le falta al marco jurídico para servir en la recuperación y tratamiento de muchos de los restos arqueológicos en el Perú, incluso distribuidos en el Mundo y traficados?, ¿Por qué procedimientos como el Reglamento de Investigaciones Arqueológicas del Perú, es tergiversado y se quiere volver un mecanismo para favorecer lobbys en contra de sitios y áreas arqueológicas en el Perú?, temas por discutir.
Por otro lado, la inversión y gasto público para el presente año 2011, en el caso del pliego del Ministerio de Cultura,  a favor del Patrimonio Cultural es de 377’295,839 nuevos soles (Presupuesto Modificado), 41’629,198 nuevos soles son dedicados a obras de restauración de sitios arqueológicos, políticamente “emblemáticos” como Caral, Chan Chan y a través de los Museos en Lambayeque a 5 sitios arqueológicos norteños; de alguna manera, quizás éste último es uno de los que mejor aprovecha los fondos y se está viendo reflejado en sus intervenciones. Sin embargo ninguno ofrece conocimiento de los sitios con producción científica.
El Plan COPESCO Nacional, a través del MINCETUR hace varios años viene destinando una fuerte inversión para darle un rostro turístico a la arqueología peruana, el presente año está gastando un aproximado de 20’691,779 nuevos soles para poner en valor, acondicionar, señalizar e iluminar diversos sitios arqueológicos en 9 departamentos del Perú, el departamento de Lima es el más intervenido en esta práctica ¿cuánto de este porcentaje viene siendo invertido en el conocimiento sobre las tecnologías ancestrales de las antiguas civilizaciones, que podría brindar fundamentos científicos en la creatividad de nuestra propia tecnología actual? no existe, ¿Cuántos de estos fondos tienen partidas presupuestales para estudios científicos de las civilizaciones como Mochica, Chimú, Cajamarcas, Huamachucos, Chachapoyas, Huacrachucos, Lima, Ayacucho, Chancas, Incas, etc.?, ninguna. Buena parte de esta inversión ayudaría a mejorar el diseño de  los  productos de turismo arqueológico peruano,  siendo el insumo fundamental para ello el conocimiento científico  que no es visto como gasto público.
Cuanto darían los Arqueólogos de China, hoy segunda potencia económica del mundo, por tener entre sus fondos y presupuestos, posibilidades  que ayuden a salvar su patrimonio arqueológico y cultural de los avatares del apuro de un Estado que anhela su modernismo. Egipto, a pesar de ser uno de los países cuya economía, lo ubica como uno de los más pobres en medio oriente; sin embargo  han asumido de manera unificada la defensa por sus sitios y restos arqueológicos, sus arqueólogos encabezados por el Dr. Zahí Hawwas están empecinados por explicar el origen y el proceso continuo cultural y civilizatorio Egipcio tratando de plantear paradigmas más nacionalistas y útiles para las generaciones venideras. Si políticos, empresarios, población y arqueólogos trabajáramos mejor por plantear la importancia mundial de los restos ancestrales en el devenir de la humanidad, dirían: “las Naciones y Estados tenemos derecho a mejorar nuestra vida y la de nuestras familias, pero jamás pagando el costo de nuestra identidad. Los valores que tiene cada persona en cada Estado no son más que la herencia dejada tras generaciones. Los sitios arqueólogos son lo único que nos queda, son el tangible del alma de nuestro pasado, sin ello es imposible hacer sostenible no solo nuestro crecimiento o desarrollo, sino la propia humanidad.
   

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